Ley de propiedad intelectual
¿Y la modernización cuándo?
Daño a la imagen de Chile, menos inversiones extranjeras, son los riesgos de no aprobar la modificación de la UPOV 91.
Catalina Alarcón Parr Un año y dos meses está atrasada la adhesión de la UPOV 91 a la Ley 19.342, la cual establece los derechos sobre los obtentores vegetales. Y el atraso no es broma. Al firmarse el TLC con Estados Unidos, nuestro país se comprometió a que el 1° de enero de 2009 se habría aprobado la modificación de la actual ley de propiedad intelectual, que extendería la protección a la planta y al fruto. Pero la modernización no se ha concretado y sigue sin visos de que eso ocurrirá pronto.
El no cumplimiento significa no sólo que frutas chilenas podrían ser devueltas desde los puertos norteamericanos, sino que además estaría afectando la llegada de nuevas inversiones y nuevas variedades al país, incluso para su reproducción como semillas.
Chile se ha convertido en un líder semillero a nivel mundial, producto de sus buenas condiciones climáticas, a su producción de contraestración con el hemisferio norte y por ser considerado como confiable por el resto del mundo. Sin embargo, en el último tiempo, según circula en el ambiente de los viveros, las empresas internacionales productoras de semillas estarían limitando traer nuevas variedades y se estarían desviando a otros lugares donde sí respetan el derecho de autor del producto. "Por ejemplo, Nueva Zelandia está adherido a la UPOV 91 y también se encuentra en el hemisferio sur; por lo tanto, tiene las mismas condiciones climáticas. Entonces, muchos desarrolladores de nuevas variedades de la zona norte dicen que no van a elegir a Chile y los eligen a ellos, porque se respeta la protección de la planta y de los frutos", comenta Carolina del Río, abogada experta en Propiedad Intelectual e Industrial de Clarke, Modet & Cº Chile.
Aun así, el gerente ejecutivo de Anpros, Mario Schindler, asegura que, al menos hasta ahora, no se ha visto disminución alguna en la importación de semillas extranjeras, ya que Chile les da seguridad. "Los países confían en que la modernización de la ley será pronto, por lo que Chile debe esforzarse en mantener esa confianza y potenciarla", insiste.Lo preocupante es que esto también ocurriría con nuevas variedades de frutas ya productivas, lo que significaría que el país podría comenzar a quedarse sin poder producir algunas que tienen mejores condiciones de cultivo o por las que los consumidores están dispuestos a pagar más.
Y, como en Chile los nuevos desarrollos son difíciles, por los altos costos y los tiempos involucrados, el temor de los viveristas es que si no se da seguridad a los dueños internacionales de las variedades, nuestros viveros no las podrán representar. "Siempre se dice que Chile es visto como un país democrático, donde existe un estado de derecho, donde las instituciones son estables, donde en general funcionamos súper bien política y económicamente, pero también es importante que se nos vea como un país que es respetuoso en materia de propiedad industrial e intelectual.
Eso es lo que permitirá que el país pueda seguir optando a nuevas variedades genéticas", asegura Carolina del Río.Si bien hasta ahora no ha habido problemas, hay que tener presente que cada vez hay mayor competencia de productos y países y, entonces, la propiedad intelectual se transforma en una herramienta de competitividad que puede hacer la diferencia entre estar o no en un mercado o entre traer o no nuevas inversiones. "Desde mi punto de vista, Chile lo único que puede hacer es ver cómo prevenir, enfrentarse a este tipo de situaciones y debería tomar un plan voluntario de cumplimiento de propiedad intelectual en materia vegetal. Entonces, pienso que la propiedad intelectual tiene varias facetas y hay que tomarlas como un estándar muy importante y relevante para poder exportar y tener una agricultura rentable en nuestro país", comenta Gabriela Paiva, abogada experta en Propiedad Intelectual de Paiva & CIA.
¿En qué está la ley?El proyecto de ley que regula los derechos sobre las obtenciones vegetales y deroga la ley N°19.342, está, desde el 10 de marzo, en el segundo trámite en la Comisión de Agricultura del Senado. Una vez que se apruebe deberá ocurrir lo mismo con el convenio internacional para la protección de obtenciones vegetales, el que se encuentra en segundo trámite, desde mayo de 2009, en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Mario Schindler explica los tres puntos esenciales que el Senado debe mirar:
1. Establecer claramente el derecho de propiedad, que hoy no está claro.
2. Establecer en forma clara las penalidades.
3. Establecer el privilegio del agricultor, pero cautelando el derecho y los intereses del obtentor.
¿Qué implica que no esté modernizada la UPOV?
A. Credibilidad: Existe una imagen país que Chile tiene que mantener y potenciar y, si no se ofrecen las garantías de propiedad intelectual en cualquier materia, se va a desprestigiar.
B. Alta dependencia de material genético extranjero: Chile depende del desarrollo genético extranjero. Si no se cuenta con la protección adecuada, el país podría quedar con acceso limitado a ciertas variedades o especies.
C. Riesgo de cierre de mercados: No actualizar la legislación vigente puede significar que los productores de un país lo usen como argumento para impedir el ingreso de un producto.
Publicado el 22 de Marzo del 2010, en Revista del Campo.