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Propiedad Intelectual, un incentivo a las nuevas tecnologías

June 11, 2012

Gabriela Paiva Abogado Paiva & Cia. En Chile, donde la agricultura es una actividad relevante, y más que nada una vocación, los derechos del obtentor sobre nuevas variedades vegetales son uno de los derechos intelectuales de mayor importancia, que al regular las denominadas variedades protegidas de semillas y plantas introducen incentivos para el uso de nuevas tecnologías en el agro.

En este contexto, el rol de la industria de viveros es de enorme trascendencia, puesto que son los pilares de la introducción de nuevas tecnologías a través del ingreso, cultivo, mantención, propagación y comercialización de nuevas variedades al país. En estas tareas existen múltiples aspectos de gran complejidad legal y práctica hasta llegar a ingresar las muestras de material de reproducción, lograr su cultivo y posteriormente su propagación comercial. Los viveros son la primera piedra, y sin duda una base fundamental, en una cadena de comercialización exitosa de productos agrícolas. Sin una buena planta, no existe ni la más mínima posibilidad de obtener una buena cosecha y, en consecuencia, no existe la posibilidad de un retorno razonable para el productor. En momentos en que se discute el costo de los diferentes insumos agrícolas, desde energía hasta fuerza laboral, es necesario reflexionar sobre los huertos y qué está plantado o qué se va a plantar en ellos, ya que esta decisión es central en todo el futuro del proyecto agrícola, y con mayor razón si se trata de cultivos permanentes.

Actualmente, las nuevas variedades, que producen mejores resultados en diversos aspectos desde mayor producción, mejor coloración, mejor tamaño o sabor, son en casi su totalidad variedades protegidas por derechos de obtentores, de manera que este derecho se incorpora decisivamente en la agricultura de hoy. Si se consideran las ventajas de cultivo y comerciales que otorgan estas nuevas variedades, que muchas veces pueden hacer la diferencia en la sobrevivencia de un productor y a veces de toda una industria, resulta justo reconocer los esfuerzos de los obtentores que desarrollan estas nuevas variedades y de los viveros que las propagan. Este reconocimiento se entrega a través del respeto a los derechos de propiedad intelectual de variedades vegetales en cada adquisición de plantas o semillas.

El instrumento internacional que regula los derechos intelectuales sobre nuevas plantas y semillas es la Convención Internacional sobre la Protección de Nuevas Variedades de Plantas (Upov, por sus siglas en inglés), tratado que se ha ido modernizando desde su versión de 1961, 1978 y actualmente 1991. Durante la década de los 90 fue el período en que los países de Sudamérica modificaron sus legislaciones para adherir la Convención Internacional sobre la Protección de Nuevas Variedades de Plantas en su versión 1978. Así, Brasil es miembro de Upov 1978 desde el año 1999, Argentina desde 1994, Colombia desde 1996, Uruguay desde 1994, Paraguay desde 1997, Ecuador desde 1999 y Chile desde 1996.

Los Acuerdos de Libre Comercio entre Estados Unidos con Chile, Perú y Colombia están avanzando el mapa del respeto y protección en nuestra región sudamericana desde Upov 1978 hacia Upov 1991. Un hito en este aspecto es el hecho de que en el año 2011 Perú fue el primer país sudamericano en adherir a Upov 1991 y en breve, con proyectos pendientes en trámite, deberían ingresar a Upov 1991 Chile y Colombia. Ecuador también contemplaría adherir a Upov 1991. Estos cambios significarán una nueva plataforma tecnológica para la agricultura y en particular para la región andina, que está liderando este avance en la protección de nuevas variedades vegetales.

La agricultura de Chile, una industria líder a nivel mundial, requiere contar con una cadena comercial exitosa y el respeto a la propiedad intelectual de nuevas variedades vegetales es el instrumento disponible. Además, si lográramos que nuestros productos agrícolas sean reconocidos en otros mercados por su respeto a la propiedad intelectual constituiría una de las mejores promociones de nuestra imagen país, que preferiría se denominara contenido país y así reflejar nuestra sustancia junto a una imagen.

 

Publicado el 11 de Junio de 2012, en Revista del Campo.